CINTRAS y Patio 29

DECLARACION PUBLICA

Ante las denuncias relacionadas con los errores cometidos por el Instituto Médico Legal en la identificación de las osamentas humanas exhumadas en el patio 29 del Cementerio General de Santiago, CINTRAS, Centro de Salud Mental y Derechos Humanos declara:

Los graves errores reabren los procesos de duelo en los familiares de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, quienes manifiestan sentimientos de vacío, desamparo, impotencia, rabia, desesperanza y desconfianza. Lo anterior los lleva a presentar nuevamente secuelas clínicas de diversa índole, como síntomas depresivos, angustiosos, post traumáticos, ideación suicida, manifestaciones somáticas, etc. El drama de la retraumatización se extiende de manera ilimitada. Resulta desgarrador escuchar a los familiares preguntarse qué explicación darán a sus hijos y nietos, ya que aquel ser querido a quien creyeron encontrar ha vuelto a desaparecer, con todas las consecuencias que esto implica tanto en las dimensiones familiares como sociales.

Esta realidad hace evidente la responsabilidad del Estado en el daño hacia sus ciudadanos. Un Estado que alguna vez violentó a personas a quienes debía proteger y que hoy, en un actuar inconsistente, vuelve a dañar. Agrava más la situación el hecho que esta información ha estado en poder de las autoridades al menos desde 1995 y ha sido ocultada a la ciudadanía durante los dos últimos gobiernos de la Concertación, con lo cual se abre una muy justificada duda respecto a todas las víctimas identificadas por el SML. ¿Cómo podremos los chilenos y chilenas volver a confiar en nuestras instituciones en vista de estos graves hechos? ¿Cómo explica Chile al mundo semejante aberración?

A todas luces resultan insuficientes los programas gubernamentales y no gubernamentales destinados a la atención de la salud mental de los numerosos afectados. Como consecuencia de la situación descrita, hoy se ve incrementada la sobre demanda ya existente hacia los programas PRAIS y ONG de Derechos Humanos que otorgan asistencia médico-psicológica. Estas últimas continúan cargando sobre sus hombros una responsabilidad que le compete al Estado.

Existe un imperativo ético de implementar acciones de justicia en relación con los responsables políticos, técnicos y administrativos de esta catástrofe, de lo contrario inscribiremos este hecho como un nuevo episodio de impunidad que será responsabilidad del gobierno.

Quienes laboramos en el ámbito de los derechos humanos renovamos nuestro compromiso con los valores esenciales de la humanidad, sin embargo, nuestros esfuerzos por aportar a la reparación de la salud mental de las personas afectadas resultarán infructuosos si el Estado no asume un compromiso consecuente y no pone a disposición los recursos necesarios y suficientes para una real obtención de verdad, justicia y reparación integral.

Por el equipo CINTRAS, su Comité Directivo:



Cecilia Vera Marcela Sandoval Simona Ruy-Pérez


Santiago, 25 de abril de 2006



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