Catastrofes naturales, Bush y Lagos.

El huracán Katrina y su devastador paso dejan una secuela de destrucción y mortandad en Estados Unidos. La militarizada ciudad de Nueva Orleans es objeto de saqueos por sobrevivientes que carecen de una eficiente y ràpida asistencia. Esto ha impactado enormemente al presidente Fidel Castro, quién ofreció inmediata ayuda con el envío de mil cien médicos y asistencia para ese tipo de catástrofes a ese poderoso país del norte.
La ineptitud de Bush para enfrentar la crisis generada por este fenómeno natural coloca en nuestra mente la inexplicable e inentendible similar actitud que demostraron nuestros funcionarios gubernativos chilenos luego del terremoto del 13 de junio pasado que asoló nuestra región dejando destruídos nuestros pueblos del interior.
Las autoridades locales -salvo funcionarios municipales de la ciudad, hay que reconocerlo- quedaron seriamente paralogizadas con el fuerte remezón. "Por instrucciones del presidente", hasta Iquique llegó una comitiva presidencial encabezada por el propio vicepresidente de la República, Francisco Vidal, acompañado de ministros y jefes de oficinas de emergencia (Lagos se encontraba fuera del país), la que luego de aceleradas reuniones en la intendencia regional, se dedicaron a pasear en helicópteros por las zonas devastadas y ¡practicamente no hicieron nada!. Llegando de regreso al país, Lagos inmediatamente se dirigió a la región y nuestras autoridades seguían paralogizadas con el remezón.
Pero lo que más impactó a los pobladores damnificados fué el aparatoso despliege mediático del que hicieron una fiesta las televisoras nacionales, con el paseo por las zonas terremoteadas de señeras figuras de esos programas televisivos en helicópteros, mientras que permanecían heridos y aislados sin recibir !!ningún tipo de asistencia médica de esos helicópteros ¡¡.
Además y claro, los candidatos presidenciales del sistema no se podían perder esta oportunidad y también se desplazaron con profusa publicidad por nuestra zona. Las transnacionales que nos esquilman el cobre y el agua tampoco dejarían pasar esta ocasión propicia para blanquearse.
En nuestra zona riquísima en recursos natuarles y con nuestro cobre robado a saco, quedó en evidencia los estragos de la pobreza generada por el neoliberalismo. Pero con este desfile y exposición de las élites, los nortinos miramos atónitos como nuestros pueblos andinos de característica arquitectura, corren el peligro de quedar convertidos en poblados de mediaguas.
¿Pero esta reacción gubernativa (o mejor dicho, falta de reacción) se explica solo por la insensibilidad de nuestros próceres políticos?. Lo que se trasluce es la completa penetración del axioma neoliberal en sus administradores, ya habituados a que todo lo resuelva el sacrosanto mercado. (Nuevo Mundo Iquique).